jueves, 9 de junio de 2011

Marnie


El interés de Hitchcock por la psicología regresa en esta película. La historia de una cleptómana y las razones detrás de esta manía, conducen al espectador por una serie de relatos sórdidos nunca antes tan explícitos en películas anteriores del mismo autor; Marnie relata la vida de una joven ladrona con serios conflictos psicológicos que no tiene una razón aparente; el sueño se muestra como el vehículo por medio del cual se lograría explicar muchas de las actitudes de esta joven, reto que acepta gustoso Mark, quien de ahora en adelante actuará como su psiquiatra.
El tema de la doble identidad y la obsesión ha sido retomado con anterioridad por el autor en su película Vértigo; en ambas películas se nos muestra a una joven conflictiva que cambia de personalidad para poder sobrevivir en la sociedad, de la misma manera, aparece un hombre obsesivo que desempeña una función psiquiátrica para poderla ayudar con sus conflictos internos.
El elemento psicoanalítico es muy importante en ambas películas, sobre todo en esta, la única forma en que Marnie logre curarse y continuar con una vida normal es hablando de aquello que ha sido oculto en su subconsciente. El trauma del pasado es tan fuerte que los actos de Marnie son conducidos por el; el ser casi abusada por uno de los clientes de su madre y luego matar a su agresor, cambió por completo la vida de la joven: los golpes, las tormentas y color rojo son los únicos indicios que se presentan para poder solucionar el enigma, Mark, como “psiquiatra” de su esposa es el detective que debe encontrar la respuesta a la incógnita.
Asimismo, al igual que muchas de sus películas anteriores, Marnie conserva la estructura de una historia policial, donde primero se nos muestra el crimen, luego al detective y a los procedimientos que este sigue para resolverlo y por último, la resolución. La diferencia radica en el elemento psicoanalítico que le añade Hitchcock a la historia; la gran pregunta que se formula Mark es ¿por qué Marnie es una ladrona?, a partir de este momento se empiezan a desenvolver los acontecimientos que darán respuesta a esta pregunta, lo que Mark no esperaba era encontrarse con un pasado tan ominoso y oculto por el tiempo y la madre de Marnie.
La sexualidad femenina ha sido uno de los grandes tabues de la sociedad , el pudor, la decencia y la virtud son algunos de los grandes atributos de la mujer, los cuales deben ser conservados a toda costa. A pesar de ser una ladrona, Marnie conserva estos atributos, incluso prefiere la muerte a entregarse a un hombre; cuando su madre confiesa la verdad sobre su pasado le dice a la joven que ella estaba dispuesta a convertirla en una mujer decente, propósito que logra cumplir, a tal grado que le crea un trauma. La no necesidad de un hombre para vivir la empuja a los extremos, el hombre surge como una entidad demoniaca que amenaza con destruirlas.
De esta manera, en esta película es la primera vez que presenciamos el relato de una prostituta; la madre de Marnie vive cerca de puerto de Baltimore, donde se dedicaba a la prostitución con los marineros que llegaban al puerto. El acto sexual es silenciado, se insinúa levemente la regularidad con que se hacían las visitas de estos clientes, al mismo tiempo que se sugiere el abuso sexual que sufren los niños. Efectivamente ambos temas son muy fuertes, tanto que muchos críticos llegan a la conclusión de que esta es una de las razones que llevó a esta película al fracaso de taquilla en Estados Unidos.
Lo ominoso es presentado como uno de los más bajos instintos del ser humano, el deseo sexual se convierte en algunos casos en una enfermedad que perjudica a miles de personajes y victimiza a muchas otras sin importar su edad; este tema es totalmente contemporáneo y actual, razón por la cual consideramos que este autor abrió una nueva puerta al cine que se producirá posteriormente, donde el negocio sexual y el abuso a menores se produce en cualquier parte del mundo, convirtiéndose en material para muchas expresiones artísticas.
Lo ominoso nos muestra otra de sus caras, en esta película no existe un falso culpable como en muchas de las anteriores, la culpabilidad es transferida de otra manera. El pecado de la madre es transferido a la hija (al igual que el pecado original), la sexualidad se encuentra altamente penada en la concepción de Marnie, el pasado la perturba por medio de sus sueños, de sus fobias y su manía de robar; su madre es castigada con la cárcel y una cojera permanente. El grado de decencia que le enseña su madre es utilizado como un medio para prevenir que ella cometa sus mismos errores, sin embargo le trae una serie de dificultades en su vida adulta.
Lo curioso de esta película es que el castigo por sus crímenes (el de ambas) se ha cumplido parcialmente, y que por medio de un hombre Marnie (incluso se puede decir que su madre también) logra reivindicarse. Al resolver sus problemas psicológicos, Mark consigue que Marnie se convierta en una nueva mujer, las respuestas logran explicar su conducta al mismo tiempo que inicia un nuevo camino en su vida junto a su esposo. El hablar se convierte en uno de los medios por los cuales podemos resolver nuestros conflictos internos.
Sin lugar a dudas esta película se propone como una de las mejores de Hitchcock, el nivel intelectual, artístico y creativo del director se muestra en todo su apogeo en esta película, donde se vale de otras manifestaciones culturales como el psicoanálisis para mejorar el contenido de su producción cinematográfica.

Los pájaros

Lo irracional domina la historia de esta película. El ataque sin razón de los pájaros lleva al espectador a un nivel máximo de suspenso que no llega a solucionarse con el fin; sin lugar a dudas, la intención de Hitchcock fue causar una desazón aún mayor al público al decidir no proporcionarle un final explícito a la trama de la historia. Sin embargo, el desarrollo de la historia nos proporciona una serie de indicios que nos transporta a una lista de premisas falsas que buscan dar respuesta al ataque de los pájaros; una de ellas es la figura femenina como perturbadora del orden establecido.
Si nos remontamos a las películas anteriores recordaremos que una de las tesis que el autor desarrolla es la que todos tenemos algún pecado que nos ata a los acontecimientos que se exponen en la película. El falso culpable se convierte en el live motive que atrapa al espectador, lo transporta por los acontecimientos que desencadenarán el clímax y a la solución del conflicto. Este personaje vive en un mundo potencialmente peligroso, y es en este mundo donde los pájaros atacan a los humanos sin ser provocados.
De esta manera, podemos inferir que una de las posibles soluciones que proporcionar la película es la de Melanie como una perturbadora del orden. Las acciones del pasado la persiguen a los lugares que visita, no importa cuanto tiempo haya transcurrido o cuan lejos haya estado; Lidya y Mitch conocen lo que se rumora de ella, aunque sean simples especulaciones de los medios. No obstante, los ataques de los pájaros inician cuando ella llega a Bahía Bodega, siendo ella la primera en ser agredida por una gaviota. El personaje de la madre histérica en el restaurante es la primera en formular en voz alta esta acusación, es un pensamiento generalizado en el pequeño pueblo, pero nadie se había atrevido a decirlo.
Las tórtolas que Melanie lleva a casa de Mitch son una pequeña pista de esta hipótesis, al ser consideradas como pájaros del amor, se formulan como sugerencia del enamoramiento entre ambos personajes; este a su vez llega a perturbar la armonía de la casa de Lydia, la cual ve como una invasora a la joven y a considerarla un peligro eminente para ella. La posible salida de Mitch de la casa materna genera un conflicto silencioso entre ambas mujeres; sin embargo, las tórtolas permanecen juntas hasta el final de la película, donde ambas mujeres se unen y reconcilian: Lydia estrecha la mano de la joven mal herida que yace en sus brazos y la protege al igual que una hija.
Esta explicación resultaría conciliadora para el espectador que busca una respuesta al enigma que plantea la historia pero, es rebotada por el mismo autor de la película: cuando Mitch sale a la cochera por el auto de Melanie enciende la radio y escucha que los ataques se han producido en otras ciudades aledañas; esta noticia nos sugiere que los ataques organizados de los pájaros no se deben a la presencia de la joven en el pueblo, sin embargo no proporciona otra respuesta.
Otra de las hipótesis que se pueden inferir a partir de los acontecimientos es la de la culpabilidad general del ser humano. Por medio del personaje cómico del restaurante surge una nueva respuesta a estos eventos: nos encontramos en un Apocalipsis, donde la anciana ornitóloga asegura que si así fuera, no tendríamos la oportunidad para salvarnos. El egoísmo del ser humano no ha dejado prosperar a los demás seres vivos que habitan este planeta, por el contrario, se ha encargado de eliminar a muchos de ellos; entonces ¿por qué un grupo de estos animales no nos elimina antes que nosotros a ellos? Y ¿por qué no las inocentes aves que adornan nuestro cielo?
Un ornitólogo como la anciana de la película nos diría que esta idea es ridícula, los pájaros no tienen la suficiente inteligencia como para organizar un ataque, pero hemos sido testigos de como actúa el instinto de una animal, si se siente en peligro defiende su vida y la de su nicho; por lo tanto, también podríamos considerar que los pájaros han sentido esta amenaza y por ello han decidido proteger su vida y asegurar su existencia.
Ciertamente la respuesta no es sencilla y tal vez nunca la podremos saber, hoy en día existe una cantidad infinita de razones que pueden justificar esta conducta, más la intención del Hitchcock no fue esta, su interés fue la de perturbar la siquis humana por medio de un evento inexplicable, donde lo irracional predomina sobre el hommo sapiens sapiens, y el instinto lleva a sobreviviencia de unos cuantos.